jueves, 10 de enero de 2019

Susana

Tenía una amiga, Susana, que contaba historias inventadas a partir de un nombre, Ana...

Ana atravesó la puerta construida en el seto, descubrió el camino secreto, un atajo en el campo de rosas rojas. Atravesó el campo de rosas con sus espinas y se acercó a una fuente de piedra con el agua oscura, como si fuera un espejo.

Mirando la fuente pudo verse entrando por la puerta a través del seto en el jardín, flotar en la pradera de rojas rosas con sus espinas y acercarse a la fuente de aguas oscuras.

Un trueno sonó desde detrás de las nubes y en la fuente nacieron pequeñas ondas redondas que no le dejaron a Ana ver una imagen en el agua como en un espejo. Al levantar la mirada descubrió otro seto y una puerta tras la cual seguro que se escondía su felicidad.

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