viernes, 28 de octubre de 2016

Lo que se ha hecho siempre

Yo pasé un examen de reválida. Recuerdo que estaba asustado, fue en un instituto fuera del colegio. No sé si a mi me sirvió para algo o no. Me imagino que la autoridad de entonces quería comparar el nivel de los colegios, pero esto es, solamente, una suposición. Por aquel entonces, las pruebas que comparaban el nivel de educación en España y el resto de Europa no existían. De hecho, ni siquiera Europa existía, para las autoridades que hacían la reválida.

Mis hijos estuvieron dos años en un colegio americano. Para mi sorpresa, en el colegio consideraban más importante que fueras capaz de explicar lo que sabías, que lo que realmente sabias.

Existen expertos en docencia, y seguro que los hay con más de una opinión. También existen los estudiantes, y en mi casa hemos tenido los mismos problemas que tenían mis padres. A mi me me asustaba sacar malas notas, y estudiaba para no ser un "zote". Si las sacaba malas me temblaban las piernas antes de enseñárselas a mi padre. Más o menos como ahora.

Si se quiere comparar el modelo con otros habrá que hacerlo y ya en Europa se han preocupado de eso.  Presumo que los que están mejor cualificados para saber si mi hijos está bien educados o no son los profesores y sus colegios. Les ponen montañas de deberes y de exámenes, los evalúan trimestralmente, anualmente,... Ellos son los responsables. 

Mi sentido común me dice que comparar los resultados de un método único de educación solo se traduce en evaluar la capacidad de los educandos. No se me ocurre cómo una reválida puede mejorar la educación, ni  fomentar el esfuerzo de los estudiantes.

Yo no entiendo de sistemas educativos (estudiantes, docentes, contenidos, método, evaluación,...), y presumo que hacer uno bueno o definir el mejor no debe ser trivial. 

Hemos votado dos veces lo mismo para que nuestros políticos se sienten entre todos y definan el mejor sistema educativo que sean capaces, por difícil que sea. Llevamos  40 años de democracia y durante este tiempo nuestros políticos no han sido capaces de ponerse de acuerdo en ningún método.

Tengo claro es que en todas las decisiones que he tenido que tomar en mi vida, he puesto bajo sospecha "lo que se ha hecho siempre".


¡40 años, más de una generación!