lunes, 26 de noviembre de 2012

Pinceladas (También para Ignacio)

Los mejores cuadros que he visto son los que se pintan en una ventana cuando vas en tren o en coche. Cambian continuamente, eso es lo bueno que tienen. 
Ahora el verde con lluvia que lo impregna todo de humedad. Otras veces la frustración del trabajo rutinario o la tozudez del mundo que lo ensombrece todo; y la niebla cuando cambias de tren, casi siempre al comienzo, por la mañana. Y el orgullo de ser independiente que tiene un color de dorado a naranja. Otras veces el verano con sus azules luminosos de mi Mediterraneo parecen ser lo único existente. Otras veces ves liebres, o lloras o eres feliz o estás solo o ves aviones,... ahora los verticales troncos del pinar. 

De repente cambias de tren en la estación y el cuadro ya no es verde, tal vez azul, tal vez lejano, de otro color, de otro tiempo. Todo se pinta en tu ventana, y dos personas ven cuadros diferentes a pesar de mirar la misma.

Cuando te acercas al final del viaje te preguntas porqué no le has hecho fotos a las cosas, 
¿qué es el viaje sin fotos? Te preguntas porqué no has sido capaz de captar las pinceladas. Pero no es verdad, sí que las tienes, y van contigo a cuestas y a veces alguien escribe unas cuantas en un papel. Siempre en un recuerdo que se te manifiesta en los ojos o en la mente dispuestos a saltar de improviso, sin llamarlos. Felicidad ¿cuanta?. Lo innombrable mejor no nombrarlo.

Muchos momentos, muchos recuerdos
. Sigue mirando por la ventana, el paisaje cambiará pero el viaje es tuyo; los cuadros son tuyos y recuerda que las pinceladas en un buen cuadro son parte de él

Gracias

Añoranza (para Ignacio)


La añoranza es un caballero con armadura que te hace más difícil disfrutar de la vida.
La añoranza te hace ser "bien nacido", es decir agradecer a tu vida pasada quien eres y porqué.
La añoranza se dispara por los sentidos, colores, olores, sabores, ruidos y, a veces, por el tacto, aunque este tenga menos memoria.

Con la añoranza sumas lo que eres a lo que fuiste.
A la añoranza se la combate con mi frase favorita, que tú ya conoces: "hagas lo que hagas, ¡ámalo!".
Estoy seguro que a ti la añoranza te aporta, tú eres el caballero de la armadura orgulloso de llevarla.
Me siento orgulloso de ti con añoranza y sin añoranza…
¡Aunque te añoro!

sábado, 26 de mayo de 2012

La revoluci'on


Ayer oí una teoría que, si no es por el interlocutor, descartaría por imposible de aplicar. Mi compañero de cena abogaba por compartir un bien preciado y limitado ahora: el trabajo.

Por una parte el escenario soñado por los sindicatos: el pleno empleo y contemplar como una  desgracia pagada entre todos no tenerlo, y de otra tratarlo como un bien escaso, poniendo al servicio de su reparto el dinero del actual desempleo.

Estamos en un tiempo en el que la ideología poco tiene que ver con la realidad y su alteración. La fuerza/impulso de nuestras ideas de juventud ya no es un motor y está agotado. La persecución de utopías, la seguridad ante un futuro de igualdad universal, la confianza en la capacidad del género humano para perseguir el desarrollo, la innovación, la generación de retos, la existencia de minorías contrarias,…. Estamos en la misma situación que viven las hormigas cuando el oso hormiguero ataca su hormiguero, no entendemos nada, algo de una dimensión diferente está pasando.

Estoy tan alejado de las afirmaciones que he oído últimamente, que achacan al actual partido en el gobierno acciones para conseguir ideológicamente lo que querían, como si la crisis fuera un invento de Zapatero; como de las que, en su momento, le achacaban a él su mera existencia.

Estoy muy de acuerdo en que cualquier solución, (por cierto, ninguna solución que pueda imaginar contempla repetir la situación de bienestar anterior), vendrá de un cambio rotundo, ya sea en el punto de vista, ya sea de un análisis tan “revolucionario” como el que plantea mi amigo.

Ahora tenemos a Hollande que actuará como contrapeso de la segura y radical Merkel. Si vas a USA verás la cantidad de obra pública en construcción que contradice 180 grados la doctrina europea. Recuerdo la defensa de Felipe González de la necesidad de déficit para el progreso. Recuerdo la última época de Solbes y la primera de Rato agarrándose al déficit cero casi como una religión ¿dos personas inteligentes pueden tener ideas contrarias y aún así no estar totalmente equivocados? ¿Alguien está equivocado? ¿Se trata de darle la vuelta a la vara que controla los designios de nuestra historia?

Tengo opiniones acerca del planteamiento de mi amigo. Esas opiniones se desarrollan desde la altura del barro, de ver lo que parece ser una realidad: el trabajo en un bien escaso. Y desde el barro hay dos opciones: o lo repartimos como decía mi amigo, o creamos más. Yo creo que esto último no sería tan difícil, aunque sí lento.

¿Más trabajo? En  nuestro mundo viven unos 7.000 millones de almas. Solamente una pequeña parte, ¿1.000 millones?, vivimos en crisis, con nuestro progreso, nuestro estado del bienestar y nuestras infraestructuras impagadas. Los problemas del resto de gente poco tienen que ver, están mucho más abajo en la pirámide de Maslow. Creo que le llamamos dumping social a la capacidad de trabajar con menor coste. El trabajo barato se aleja de nuestras fronteras apoyado por lo que nuestra civilización ha conseguido: “transportar los productos del trabajo a bajo coste”, la logística global.

También tengo ideas, que no opiniones, si planteamos el problema actual como la crisis de un sistema, al cual solamente encontraríamos soluciones mejorando o cambiando el sistema. Busquemos el punto de vista del oso hormiguero, cambiemos de dimensión. Devolvamos algo de protagonismo a la ideología.

 ¿Qué nos falta para que la ley física de los vasos comunicantes atraiga al resto del mundo a buscar lo que USA y Europa han conseguido y hacer más difícil el dumping social? Pues yo creo que lo mismo que nos separa de volver a tener una crisis como la actual, probablemente para los hijos de mis nietos, después de un periodo de prosperidad sin precedentes.

Con el paso del tiempo, los mercados se están haciendo cada día más globales. La discusión de si son mejores los pañales “Pampers” o los “Dodot” se ha convertido en tan universal como la de Messi-Ronaldo, MacDonald o Burguer King. L´Oreal copa el tiempo de anuncios en la TV en todo el mundo. Casi en todas partes puedes dejar tu dinero en una oficina del HSBC o del Santander. ¿Ha llegado Nestle a un nivel de dominio del mercado global como para resolver el problema del hambre en el mundo? ¿Acaso lo que llamamos mercados y las empresas que se mueven en ellos han abusado del anarquismo racional de Jefferson?

Hace poco tiempo, 25 años, en España estábamos convencidos de que era necesario acercar el poder de decisión al ciudadano. Era una reacción contraria al centralismo anterior, una necesidad de dar protagonismo a gente nueva. También necesitábamos compensar egos potentes que creían que todo era mejorable si lo hacían ellos. Todo lo que perseguíamos lo ha conseguido el progreso y no la compleja estructura administrativa que diseñamos para lograrlo. Hoy día pagamos nuestros impuestos, nos relacionamos con alguien “superior” que puede alterar nuestras vidas, vemos información de lo que pasa en todo el mundo, incluso podemos ver lo que gana Nestle y lo cerca que está de resolver el hambre en el mundo a través de una pantalla de ordenador, ¡todos! Algo ha cambiado, ¡y mucho¡

¿Sí? Pues yo creo que no.

Las estructuras administrativas que creamos en España hace 25 años son las mismas, la estructura política de USA y Europa la misma, el sistema democrático que creamos hace 300 años, no ha cambiado, a pesar de generar Hitler, Chavez, la dinastía Kirschner o la Putin. La ONU ha cambiado pero los países del mundo ¡son más! Los mercados son globales, pero el poder sigue siendo local. ¿Quién controla al HSBC, al Santander, a Johnson y Johnson,…?¿Quien le ha explicado a Nestle que su misión real ¿lo es? es resolver el hambre en el mundo?

El problema es que toda la estructura que creamos para defender nuestro mundo tiene como misión ignorar que el mundo ha cambiado, ¡sería su desaparición o cambio! Estamos ante la confusión entre el qué, nuestra propia definición (ideales, utopías, igualdad,…), con el con qué, las herramientas que usábamos para definirnos. El con qué nunca va a cambiar. Siempre se va a oponer, incluso aunque tenga que reprimir. Necesitamos gente, corrientes de opinión, indignados, tendencias,… todo puede contar si lo hace con capacidad, sin enfrentamientos, teniendo en cuenta la situación actual y que, actuando desde la globalidad, cambie la organización de nuestro mundo como realmente ha cambiado nuestro mundo.

jueves, 17 de mayo de 2012

La trastienda del paraíso


Un hombre con traje y corbata empuja su maleta con ruedas fuera del hotel. El coche, azul, es un utilitario pequeño. Un gallo canta en la finca vecina. El mar se distingue apenas del cielo a la tenue luz de la mañana. El fresco de esa hora alivia el calor de estos dos días. Las farolas están encendidas todavía.

Lo mejor de la isla de Menorca es que sigue igual. Rotondas, rondas, pagar para aparcar, algo más grande, pero las paredes siguen siendo de un blanco deslumbrante y el mar sigue siendo más transparente que el cristal.

Dos días antes llegué al aeropuerto con el lienzo en blanco. Alquiler del coche en el aeropuerto. Lo primero dejar la maleta, búsqueda de hotel en el sur, Biniali, una casa que conocía convertida en hotel, ya vuelve a ser una casa privada, ¡qué pena! Lo siguiente llenar el estómago. En Maó pido una ensaimada ¡que no tienen! ¿Todo sigue igual? Voy a Binibeca, un antiguo pueblo blanco de pescadores y compro una toalla de playa. Para qué preguntarse porqué Menorca no está lleno de típicos pueblos de pescadores como este sitio único, lo que denota su impostura, precioso.

En la cala de Binisafuller están varias recatadas menorquinas tomando el sol. Está calmado, el agua está fría, es el paraíso. Los recuerdos también son el paraíso: a las tres de la tarde, salía del cuartel, cogía la moto, me quitaba el uniforme, y me iba a Binisafuller, la frescura del agua, la calma del aire. La cala tiene una textura de arena especial. Las algas secas de la orilla son suaves. El sol no castiga como afuera de la cala, el mar esta plano, es transparente, algunos peces van y vienen huyendo de mis pies. Sorprende el amarillo de las boyas. Otra vez el salado del mar, la sensación de secarse acumulando sal por toda la piel. Torret tiene la misma arena blanca de siempre, el baño vuelve a ser frio, pero el baño de sol caliente.

El plan dice que mi estómago sigue vacío y ya es hora de comer. La fantástica sensación de quitarse la sal en una ducha de agua dulce sigue siendo la misma. Doña Rosita, un apartamento que alquilamos algún verano, sigue existiendo, Calas Fonts en Villa Carlos un pueblecito en la boca del puerto de Maó sigue igual, a pesar de que ahora se llama Es Castell. En L´Irene se sigue comiendo bien, aunque de menú, que es de día.

De nuevo al coche. Camino del viento, al norte, los faros de Cavallería y Favaritx esperan. Menorca se pone verde en invierno, todavía lo está. Es Grau, S´Arenal d´en Castell, Addaia, verdadero objetivo del viaje, poquísimos adosados. En Presili y Capifort hay gente, poca, una pareja retoza desnuda y medio escondida a lo lejos, ¿porqué dos coches?

Menorca se puede controlar, una isla de 60x20 km, poco tiempo es mucho, y Monte Toro en el centro de la isla es perfecto para darse cuenta que todo tiene su sitio sin que haga falta ver Google Maps. Hay una carrera ciclista para subir: “Mónica, menys vici y mes bici” (menos vicios y más bicicleta) reza una pancarta. ¿Quién será Mónica?  

No me baño, el sol no obliga, pero Ca LoTirant y Pregonda siguen igual. El camino a Cavallería está asfaltado hasta el final. Unas cabras marrones con los ojos amarillos se saltan la tanca del faro, a pesar de no ser personal autorizado, creo. En el acantilado, mirando hacia abajo se ven volando las gaviotas. ¡Buen sitio para dibujar el faro!

En Fornells, el restaurante Espla está cerrado por la noche, todavía no es temporada, pero en Es Cranc prometen una caldereta de Llagosta memorable, que resulta serlo, al igual que el espectáculo de ver cómo se trata el turismo extranjero en un negocio familiar que vive de él.

Intento llegar a Xoroi una discoteca en una cueva en el sur, pero el agotamiento frena mi camino y me lleva a dormir. En el hotel, todos los ingleses, con un silencio sepulcral y educado, escuchan a tres elásticas negritas, una de ellas la más gruesa, que tras una buena voz solamente consigue sentar a los turistas que no demuestran ninguna efusividad, más allá del iluminado azul de la piscina. Me voy a dormir.

Nos vamos al otro lado de la isla, hacia Ciutadella. Ahora sí puedo llevarme una ensaimada que no debe llegar al final del camino. Cala Galdana es un sitio precioso que el turismo intenta estropear, pero que es casi imposible.por muchos esfuerzos que se hagan. El baño es como el de un niño, largo camino hasta que el agua llega hasta el bañador.  Está calmado, el agua está fría, es el paraíso.

Cala Mitjana, la de al lado de Galdana a la que antes solo se podía ir por barco, ahora tiene un camino asfaltado e indicado. La ensaimada se va haciendo pequeña. Alaior, Mercadal, Ferrerías,… Ciutadella está llena de rotondas, pero en una aparece “platjes”, es la mía, seguro que Macarella es una. Está más lejos de lo que pensaba. Aquí ni siquiera existen intentos de estropearla, el chiringuito parece inofensivo, no hay cobertura. Cuatro o cinco barcos están anclados a 100 metros de la orilla, suspendidos por una masa de cristal en forma de agua. Sigue estando fría.  Está calmado, el agua está fría, es el paraíso.

Ya casi es la hora, una pena no quedarse más allá del baño del sol secando la piel. Ya no queda ensaimada.

Ignorando la moderna ronda, cruzar Ciutadella es muy lento, a pesar de que ahora, en temporada baja, se puede ver que la hora no es adecuada para ver a mucha gente por la calle. La casa de Sisi y Papi está en el mismo sitio. Se están bañando al lado, otro paraíso, el agua cristal de nuevo, fría pero refrescante. Sisi y Papi están igual. La comida increíble y me llevo unos higos confitados que serán un tesoro para una noche de cena en Madrid.

El camino de vuelta a Maó es rápido, Ferrerías, Mercadal, Alaior, poca gente por la carretera. Me da tiempo de darme una ducha antes de ir a ver a mi prima Ana María. Jesús y mi prima siguen igual.

La corbata solo tiene sentido al llegar al aeropuerto.

domingo, 13 de mayo de 2012

Viaje a adaia


La lucha es feroz: recordar la realidad o mirar la puerta de embarque para la última escala hacia adaia: “¡que si te quieres ir y dejarme da igual, vete cuando quieras!”, la puerta está en la zona B. “Tenemos que insistir en cobrar esto para poder pagar la nómina.”. La forma de hablar, el acento de las personas del bar del aeropuerto de Mallorca ya es como lo recordaba.

Una caja de ensaimada de Mallorca me trae recuerdos de un sabor.  Lástima que el olor solamente viaje en la imaginación, porque sino, ahora estaría oliendo a higueras, viento y mar, estoy cerca…

¿Porqué en Menorca la gente no siente la necesidad de vivir permanentemente buscando nuevas cosas fuera de la isla y vivir feliz?¿Cual es el secreto?  “Tal vez mi forma de mandar siempre ha sido la misma. ¡Si hubiera encontrado a alguien!” En el tablón de anuncios del aeropuerto de Palma ya se anuncia la puerta B30 para embarcar el vuelo 8482 a Mahón, Menorca.

El bullicio del puerto de Ciutadella, la calma del de Maó, el tacto de la arena de Binisafuller,… No he hecho planes todavía, solo sorpresa, dejándolo a la imaginación: no tengo ni coche ni hotel ni siquiera se lo que voy a hacer al llegar. “A las 8:00 correo y documentos, a las 9:00 llamadas, a las 10:00 reuniones,…”, ya vamos caminando hacia el avión, que ha tendido la escalerilla para subir. Los recuerdos, necesariamente aparcados y condensados en un lugar de mi cabeza empiezan a expandirse y a crecer, a ocupar un lugar de mi atención.

Recuerdo que la calma de Menorca solamente se veía afectada por la dureza del sol en agosto que te obligaba a hacer esfuerzos para ocultarte del calor y buscar cada día una hermosa cala diferente para refrescarte en el Mediterráneo. Pero ahora es primavera y el comandante ha anunciado 16 grados.

¿Y dónde encontraré el secreto? Cuando era joven no conseguí encontrarlo. Todos los días en una isla de 60 x 20 km que se puede ver entera desde Monte Toro, sin necesidad de huir cruzando el mar para buscar otras cosas, tal vez lo contrario de lo que he hecho toda mi vida.

¿Existirá el hotel Binialí? ¿Estará abierto? ¿Estarán las higueras como antes? Habrá que ir a Fornells y a adaia y al puerto y al faro y a Binisafuller, y a Macarella, y al centro y al puerto, y a Calesfonts,… ¿no sería necesario hacer un plan? ¿podré ir a todos esos lugares?

El faro se llamaba Favaritx, con las dos playas casi siempre vacías; y el viento en Cavallería, habrá que ir para ver si el mar ya ha sido capaz de hacerle algo más que cosquillas a los acantilados; supongo que Galdana seguirá siendo un sitio raro fuera de temporada, como aquella vez en primavera que fuimos toda la familia. ¡Muchos sitios para ir! No sé si seré capaz de ir a Xoroi por la noche, ¿existe la noche? Porque ahora es solamente el momento de llegar a mi apartamento en Madrid y tumbarme sin fuerzas, rendido en la cama sin apenas darme cuenta que es de noche. La injusticia que refleja la leyenda de Xoroi: lo encontraron y lo mataron porque era diferente. La crueldad inocente que tienen a veces las cosas más bonitas: la nieve que permitió encontrarle. “Lo que el viento se llevó”, nunca me había preguntado por el título de esta película, pero ahora veo que es casi inevitable que algún destino, el viento, borre y se lleve por delante una parte de nuestras vidas, sin poder hacer nada por evitarlo.

Me imagino que las estrellas que se veían desde la terraza de Doña Rosita, el apartamento que alquilamos un par de años, no habrán cambiado, y en el mes de Agosto seguirán estando. Pero quien sabe, porque el mismo pueblo en donde estaba ha cambiado de nombre, de Villa Carlos a Es Castell, tal vez se vean diferentes. Mirar las estrellas era una parte de la victoria lograda contra el sol que, ignorante de nuestros esfuerzos por derrotarlo durante el día, se retiraba para dar paso al fresco de la noche, y descubrir un negro luminoso salpicado  de estrellas de diferentes brillos. Habrá que ir a Binibeca y comprobar que el turismo puede crear algo viejo partiendo de algo, no se siquiera si existente, pueblo de pescadores.

¿Pescar? Creo recordar que es cuando estuve más cerca del secreto. Intentaba llenar el silencio con palabras, y acababa llenándolo con silencios solamente alterados con el “ha picado” y la excitación de sacar el pez del agua para quitarle el anzuelo que se le había clavado en la boca y devolverlo al mar. Era inútil, pero el tiempo pasaba, la luz seguía, el mar siempre ahí,… ¿Estará por ahí el secreto?

El avión ha cruzado toda la isla desde Ciutadella a Maó, solo para enseñármela. Ojalá que vuelva a llenar el silencio con silencios, ojalá que en solo dos días sea capaz de encontrar Sa Calma.

lunes, 9 de abril de 2012

Un poco de humanidad, ¡quién no ha tenido un sueño!



Cuando se arregle nuestra crisis no vamos a comprarnos otra vez un coche caro, una tft cara, un viaje a Disney con los niños o una casa. Los padres de familia volveremos a hacer nuestras cuentas para ver lo que nos podemos permitir para llegar a fin de mes; el ama de casa se volverá a preguntar cuántas veces a la semana se puede comer carne; tendremos más vida familiar; viajaremos menos,…Si queremos comprar un coche iremos al banco y nos mirarán con recelo, preguntando si tenemos dinero para pagar el crédito. Solo algunos serán capaces de viajar. Solo algunos habrán conseguido asegurar una vida sin agobios. Solo algunos podrán comprar una casa.

Y las empresas intentarán a ganar el mercado, como antes, y competirán con otras. Y volverán a tener beneficios suficientes como para invertir. Los bancos tendrán dinero, porque lo ganarán (a veces me pregunto qué parte de esto no entiendo), y tendrán suficiente como para prestarlo a las empresas, que invertirán, generando puestos de trabajo y haciendo mejores productos que faciliten nuestra vida.

Quien sea ambicioso volverá a tener el sueño de triunfar, trabajará de sol a sol para conseguirlo, pensará en sus hijos y la forma de hacerles más fácil el camino, asegurándoles su educación. El mérito, la capacidad y el esfuerzo volverán a representar esos valores que se hundieron en el mar de la mediocridad general.

Y si esto es así, es fácil saber cuándo acabará la crisis. Las cifras del paro dejarán de crecer. El estado será más eficaz quitando duplicidades, vigilando y cuidando de nuevo nuestro dinero. El dinero de impuestos que pagamos equilibrará lo que recibimos en forma de servicios. Las empresas volverán a disputarse el dinero que ganemos, que volverá a ser importante.

Y volveremos a buscar los libros de utopías, y nos preguntaremos de verdad para que sirven las cosas, y volveremos a soñar para vivir y no al revés.

A mi mente racional, además, le gustaría: que hubiera menos países, menos políticos y que fueran los mejores de nosotros, mejorar nuestro sistema político, que el principio de los vasos comunicantes permitiera exportar el desarrollo a todo el mundo,…

domingo, 25 de marzo de 2012

Santi


A los 18 años está claro lo que está bien y lo que está mal. En general cuando se es joven existen menos colores y tonalidades intermedias. Te recomiendo que te leas “La Prudencia” de Baltasar Gracián, que está en mi cuarto. La prudencia es una virtud que casi nunca acompaña a la juventud. El refranero español dice: “Somos eslavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios.”. Hay gente más arriesgada que otra para tomar decisiones. Hay gente más radical que otra para entender de qué color es la vida. Crecer implica casi siempre ser más prudente y madurar es una asignatura que es fácil de aprobar pero es la máxima satisfacción si se consigue dominar.
Probablemente la energía que se desperdicia al analizar las cosas, la necesaria prudencia que es necesario involucrar en una decisión medida y pensada, son enemigas de la juventud. Pero muchas veces la osadía de la juventud y su coraje ha llevado al mundo a cosas impensables y buenas. Estoy convencido de que todas las decisiones buenas requieren de cierta dosis de osadía y de riesgo.
La relatividad, darse cuenta que nadie tiene la razón en exclusiva, que dos opiniones enfrentadas pueden tener parte de razón cada una, la diferencia entre los seres humanos, entre sus culturas, la educación que han tenido, sospechar que algo no es cierto,… Ojalá cuanto antes te puedas dar cuenta de todas estas diferencias antes de emitir opiniones. Casi siempre, la ventaja la tiene el que más información haya podido conseguir y no me refiero a la suma de informaciones sino a su disparidad. Busca opiniones diferentes, no parecidas a las tuyas. Escúchalas y aprenderás. Nada es completamente cierto ni completamente falso.
Casi todos los seres humanos tienen la capacidad de modificar o influir en el entorno cercano en donde viven. Solo algunos seres humanos excepcionales pueden influir en un entorno más general. Desearte que seas uno de ellos, que la relatividad y la prudencia te acompañen. Sé radical ahora, sé prudente siempre. Que tus decisiones arriesgadas sean fruto de tu reflexión y entonces no tengas miedo en seguir tu intuición. 
Este mundo no está cambiando como debería, yo creo que hemos llegado a un fin de ciclo que nadie se atreve a certificar. Estás empezando tu vida y lo que hagas con ella son tus decisiones, y tus méritos estarán relacionados con ellas. 

sábado, 4 de febrero de 2012

Los talibanes y el delpilfarro



Al fin leo en el periódico alguna voz cualificada que se atreve a criticar el talibanismo económico imperante: Javier Solana, el otro día en El País.

Que sí, que todo el mundo está de acuerdo en que es necesario gastar lo que se tiene y que gastar lo que no se tiene nos ha conducido a una catástrofe económica en cuanto hemos tenido que pagarlo. Pero el problema es tomarse dos mil hamburguesas y no comer otra cosa, el problema no es una hamburguesa.

En estos años de gastar más de lo que teníamos, todos los estamentos ligados con la construcción se han forrado, todos los estamentos ligados con la especulación se han forrado. Los banqueros se han forrado. Se han forrado los que no tenían ningún mérito, sino los que estaban ahí para forrase. Nuestro problema ha aumentado por ellos.

El “progreso” se ha apoderado de nosotros. Algunos propietarios de casas viven entre paredes que no se merecen. Hemos disfrutado de infraestructuras, comodidad y una forma de vivir a la que ya nunca podremos renunciar. Esto tiene un efecto bueno: nos hará mover el trasero, cuando se nos quite la depresión, para llegar a disfrutar de todo esto pero pagándolo. Yo creo que el desarrollo de España ha circulado parejo al despilfarro.


Somos como el tiburón que si para de nadar se asfixiará por falta de respiración.  Ya que nuestros políticos no están para buscar la solución evidente: incorporar al progreso a los países que todavía no consumen, empujemos un poco al tiburón y hagamos que nade para que las empresas puedan pedir dinero prestado y generar puestos de trabajo. Ahora no hay dinero, dicen, ¿seguro? antes no era tan grave depreciar.

Tal vez sea necesario gastar un poco más de lo que se tiene para hacer que todo camine, al menos las empresas. Una empresa es difícil que invierta con dinero del empresario.
Creo que el margen de maniobra que un consumidor tiene entre no tener trabajo, y gastar menos de lo imprescindible y tener trabajo y gastar algo más de lo que tiene será suficiente para despertar la imaginación de las empresas para hacer cosas nuevas y buscar dinero para hacerlas.


La diferencia entre tener trabajo y tener un buen trabajo, probablemente no empuje a nadie a hacer nada  o tal vez solamente empuje a pedir dinero prestado para hacer aquello que no podemos hacer.


Harto de Merkozy y de la Merkel que solamente con un punto de vista se dedican a practicar el talibanismo y están condenando al tiburón a dejar de nadar. Bienvenidos otros puntos de vista, otras opiniones, porque con la “actual verdad oficial” no vamos a ninguna parte ¿qué es un dictador?