sábado, 23 de julio de 2011

Puro teatro


Entre algodones. Creces con tu familia. Solo ves tu mundo, eres parte de algo, no eres nada aún. Ni idea.
ilusiones, retos individuales, amor, entusiasmo, alegría, decepción, colores, amigos, curiosidad, luces. Encuentras el fin del mundo. Y te asomas para verlo y te gusta lo que ves, lo que puedes hacer, todo a tu alcance. Aprendes, casi absorbes, te rompes probando. Olor a nuevo. Se forman los ideales.
Sales por la puerta y a codazos te haces sitio, ya todos miran. Sombras, amor de nuevo, más ilusión, ya sabes de que va, pero no sabes porqué. No puedes verlo desde lejos, no eres un espectador en la vida. Dependes de lo que te digan: alabanzas, críticas. Nada pasa si no se ve. Ya sabes que algo no podrás hacerlo. Recuerdos, lugares. Día a día, verso a verso, como decía el poeta. Y el cine, la música y los libros, llenos por alguien que ha podido comprender que incluso puede explicarlo. Te encuentras al mundo tozudo, al que le importas un carajo. Sudor, esfuerzo, ganas, voluntad, compañía, miedo. ¡Que duro es vivir!¡Qué fácil es no mirar, imaginar! y ¡qué falso! Se destruyen los ideales.
Experiencia, más amor, gratitud, tu familia ya es tu culpa, paz y sosiego,… a veces. Cansancio. Más miedo, el horizonte sirve para mirar. Deberías ser capaz de disfrutarlo. Ya sabes que todo era como la ventana de un tren en marcha. Volar, disfrutar, caer, sufrir, querer y, si puedes, crear. Nunca solo, sino no existes, más amor. Se entienden los ideales.

Algo debe quedar.

miércoles, 20 de julio de 2011

Euforia


Todos los días uno se sienta delante del ordenador por la mañana esperanzado por que lleguen buenas noticias. Después de ver el correo,  uno se da cuenta de que, al otro lado, el mundo sigue su curso y está poco interesado en salpicar tu vida de novedades. A lo sumo, algún detalle que empeora los pensamientos de antes de ir a dormir.

Cuando ves a tu equipo de fútbol ganar algo, alegría desbordante, compras sus sensaciones y piensas que han hecho algo grande, que a poco que hubiera ayudado el correo tu podrías correr y saltar como ellos.

Si miramos la celebración de un equipo de fútbol, o la mirada entre satisfecha y decepcionada del saltador de trampolín al que le han dado la medalla de bronce, O si miramos al equipo alevín del Torrelodones que acaba de ganar la liguilla de ascenso. O al equipo de Rugby de tu hijo después de ganar a su rival por primera vez.

Pero mucho más cerca, cuando el correo trae buenas noticias o cuando sientes que nadie más podría haberlo hecho como lo has hecho, o cuando has hecho dos cosas bien en el día que te parecen buenas y te llevan hasta el día siguiente para repetir la historia…

La euforia es fácil de entender. Sin embargo, ¿de verdad que todo es lo mismo? Yo creo que la sensación de paz que uno tiene cuando la euforia viene de dentro no es lo mismo. Esa sensación de levantar la comisura de los labios, esbozar una pequeña sonrisa y cerrar los ojos, no es comparable con nada.

domingo, 17 de julio de 2011

¿Que haces papá?

Si uno se pone a pensar, es difícil explicarle a sus hijos el trabajo de logístico. A fin de cuentas lo importante de la leche es que sea blanca y en botella, que tenga buen sabor y sobre todo que esté en donde se espera: en las estanterías de los supermercados en donde la compra mamá. ¿Como es posible que pueda costarle a mamá alrededor de un euro un litro de leche? En la última película que vimos en familia, sacar leche era muy fácil: bastaba con una vaca, un taburete, un cubo de madera y unas manos, ¡casi gratis!

Los que trabajamos en logística somos los culpables de que la leche no sea en botella, y que cueste muchísimo más que la que se podría comprar en la granja en donde se ordeña la vaca.

La industria de la leche es capaz de visitar a las vacas a sus granjas para concentrar la leche, asegurarse de que sea bien blanca, con todas las garantías sanitarias y de calidad, con buen sabor. Los fabricantes de leche, no las vacas, usan el tetra-brick porque es muchísimo más fácil de manejar que la botella, porque pesa mucho menos, contamina menos y porque es mucho más barato que una botella de cristal.

Los fabricantes tienen almacenes. Alguien ha tenido que decidir el lugar en los que se construyen, si cerca de las vacas o cerca de los que beben leche. El tamaño de los almacenes depende de muchas cosas, aunque las vacas producen leche todos los días y los hombres, caprichosamente, también se la beben. No sé si no están seguros de cualquiera de las dos cosas, pero no se arriesgan y guardan leche,… por si acaso.

A veces una cadena de supermercados le baja el precio a la leche que vende y todas las mamás van a comprar a ese supermercado casi toda la leche que les cabe en el armario de la cocina. Los fabricantes tienen que mandarle más leche a este supermercado, igual que a los otros,… con las mismas vacas. Otras veces no les cabe más leche en los almacenes de los fabricantes, bajan el precio,… al armario de la cocina.

La leche tiene que ir desde los almacenes del fabricante a los de los supermercados, se necesitan camiones para transportarla. Los camiones son un número limitado, por lo que es necesario competir con los que transportan fresas, por ejemplo, o cartón o cualquier otra cosa. A veces tienes vacas, tienes leche y tienes clientes que te la comprarán para que tu mamá pueda ir al supermercado, pero no tienes camiones para llevarla.

Los supermercados no están seguros, no saben cuanta leche comprará mañana mi mamá o si el fabricante le servirá la leche que ha pedido, pero guarda leche,… por si acaso.

El fabricante ha usado pallets de madera para poner 52 cajas de 12 litros de leche y así la lleva al almacén del supermercado. Pero el almacén del supermercado tiene que enviar a sus tiendas cajas de cartón porque en las tiendas no cabe un pallet. Entonces el almacén del supermercado tiene que contratar gente para mover las cajas desde los pallets a los carros con ruedas, que es lo que usan los supermercados para llevar la leche a los lineales en donde la va a buscar mamá.

Entonces llegan los buenos tiempos de la economía y hasta los que no tenían dinero se han comprado una casa y un coche, y no tenemos a nadie en España que quiera mover cajas de leche desde los pallets a los carros. Entonces tenemos que ir al extranjero a contratar a gente que lo haga. ¡Menos mal que en España tenemos uvas como melones y vienen!

En cualquier caso tenemos que diseñar un ambiente de trabajo adecuado en el almacén para que ese trabajo no sea tan pesado, para que no se equivoquen y sirvan 10 en lugar de 9, para que respetemos la caducidad de la leche, para que no la dejemos estropear,…

A veces mamá va a comprar leche a la tienda de la esquina. Ayer mi hermano invitó a sus amigos a casa y se acabó la leche que teníamos. En la tienda de la esquina vive el Señor Domingo, muy simpático, siempre me regala caramelos, siempre ha vivido allí. Es una tienda muy pequeña y tiene muy poca leche que le trae un camión todos los días.

El camión tiene que aparcar y pelearse con todos para llevarle los litros de leche que necesita el Señor Domingo: rutas de reparto, choferes, camiones pequeños, preparación de unidades, pedidos que no siempre son completos, devoluciones,… 


Claro, la pregunta no era tan sencilla de contestar. Explicar porqué los departamentos de logística, no se sabe cómo, casi siempre hacen su trabajo, y mamá siempre encuentra la leche en el súper. Pero porqué papá no llega cuando los niños acaban el colegio, ¿porqué siempre te castigan después de clase, papi?

Y esto a pesar de que todo el mundo sabe que para tener leche basta una vaca, un taburete, un cubo y unas manos, ¡es casi gratis! ¡blanco y en botella! ¿Estaremos haciendo bien nuestro trabajo?