lunes, 17 de mayo de 2010

La economía y el fútbol



Obviamente, como en cualquier otro deporte, la suerte tiene su importancia en el futbol. Sin embargo, en general, la cantidad de dinero invertido es proporcional a la posibilidad de ganar partidos.
En los “juegos de play station”, relativos al futbol, tú eres un entrenador y tienes determinado capital para fichar jugadores. De tu pericia para fichar a los mejores, y de determinadas dosis aleatoriedad en los resultados, ganas más partidos, más torneos y más dinero que, a su vez, inviertes en nuevos fichajes.
Un presidente de un club de fútbol tal vez pueda arriesgar algo más del dinero que tiene (los bancos se lo dejarán), apuntándose al carro de lo que en economía se llama déficit. Esto puede hacerlo para generar más entusiasmo en sus seguidores, que se traduce después en dinero.
Una de las formas de fichar es buscar dinero de fuera del propio negocio. En ese caso el valor de todos los jugadores del mercado, para todos los equipos, se encarece artificialmente (inflación), lo cual incrementa el riesgo del negocio, pues ahora costará más mejorar cualquier equipo. Esto impedirá que los clubes más pobres puedan fichar a los buenos jugadores.
La economía actual y el fútbol tienen una gran diferencia, todavía. En la economía real tenemos los especuladores. Los pequeños se llaman bancos, los medianos bancos de inversión, y sus cómplices las agencias de rating.

Todavía no están el fútbol pero…
Imaginemos que existen. Por poner nombres, mencionemos al mejor club de la historia. Un amigo mío se entera de que el Real Madrid va a comprar a Cristiano Ronaldo. En un garito, el valor del Real Madrid está en función de las apuestas que alguien hace acerca de los torneos que va a ganar. Mi amigo compra realmadrides, apuesta (invierte) antes de que se haga el fichaje. El valor tiene muy poco que ver con lo que el Real Madrid ganó el año pasado, el dinero que genera,... la realidad.
Cuando ficha a Cristiano Ronaldo, mi amigo es feliz, el papel que le han dado como prueba de su apuesta vale el doble de lo que pagó.
En el garito el realmadrid es algo que se puede comprar y vender, pero también se puede dar como garantía de un edificio, o como aval para que te dejen dinero para construirlo.
Algunos de los habitantes del garito, que conocen bien el negocio, llaman a sus amigos los periodistas y les cuentan rumores, “Tal equipo va a fichar a…” , o “está en problemas de dinero y va a vender a…”, entonces en el garito, que no tiene conexión con la realidad, esos rumores harán cambiar los valores, independientemente de si son verdad o no.
Imaginemos además que, para hacer fichajes, el Real Madrid emite papeles de deuda que lleva al garito, que a cambio, le da un papel con el dinero de mi amigo.
El dinero del fútbol cada año se incrementa en un 10%, el negocio pinta bien. Sin embargo el garito crece a un ritmo del 60% cada año, pinta mejor.
En el garito todos están felices porque gracias al dinero de mi amigo, cada día ganan más dinero, comprando y vendiendo apuestas.
Por supuesto las agencias de calificación bajan o suben su apreciación del realmadrid de triple Z a triple Z – exis, en función de cosas tan difíciles como el dinero que debe o el lugar que ocupa en la tabla.
Ahora imaginemos que la suerte influye y, a pesar de que Cristiano Ronaldo es uno de los valores más seguros del mundo, el Real Madrid no gana la liga, por lo que la capacidad del Real Madrid para generar dinero es menor. En el garito, el realmadrid, entra en colapso y el único que pierde dinero es mi amigo.

El mundo del fútbol y el del garito no están conectados, por suerte. En la economía real sí están conectados y esa ha sido la causa el terremoto que hemos sufrido, generado por los especuladores.
La lástima es que a pesar del terremoto que ha sufrido el garito nadie se ha parado a fijar reglas estrictas, para separarlo lo más posible de la realidad. 

¡Ah! Y cómo cosa particular en el fútbol, a alguien se le puede olvidar lo que significa trabajar todos los días, hacer un equipo, poco a poco, y que se pueda obtener algo más que rendimiento del dinero, el trabajo bien hecho que solo rinde con esfuerzo (crisis moral).

Sí, eso se nos ha olvidado en la economía de hoy.