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domingo, 9 de mayo de 2010

Como no podía ser de otra forma


Los domingos y el clima soleado y fantástico de Ciudad de México son una combinación imbatible para pasear por cualquiera de las calles sombreadas, al sol hace demasiado calor, comprar un periódico y sentarse a disfrutar de la lectura y de una comida en cualquier terraza, que si estuviera en París tendría magia, aunque la posibilidad de encontrarla mojada por la lluvia sería infinitamente mayor.

“Como no podía ser de otra forma”, el periódico que compro es español y refleja muchas de esas cosas que por venir de España y por estar tan lejos me afectan. Obviamente el Barca, que está un punto por delante para ganar la liga y solamente quedan tres en juego. También Fernando Alonso, hoy ha quedado segundo, aunque el periódico en papel no lo supiera.

El análisis económico es el mismo de hace días, solamente que un poco más reposado. Los “inversores internacionales” parece que ya le han pagado la comisión a los periodistas. Las comisiones no tienen porqué ser en dinero, pueden tener forma de traje gratis, o pueden tener forma profesional, por ser el primero en escribir, o en predecir la bancarrota de Grecia y ser el mayor de los “agoreros. Todas los buenas espadas tienen dos filos.

Pienso que esa mano oculta que hacía que la economía, los mercados y las ganancias de “los inversores internacionales”  se corrigiera, sigue sin estar controlada por nadie, incluso parece que las máquinas pueden hundir las bolsas, y tiene un ámbito superior que el máximo control que ahora podemos tener, que está en los gobiernos de nuestros países.

Miedo me da el tsunami de la pasada crisis financiera. Para mi el epicentro de la crisis fue en el mar y estamos esperando la ola que nos acabará de matar, porque no hemos hecho absolutamente nada con el terremoto. Felipe González parece decir algo parecido cuando dice que ya se está preparando la siguiente crisis financiera.

Sí, también creo que estamos necesitados de gente que ponga en duda las cosas, que examine los fundamentos de las cosas, e intente cambiarlas si es necesario. Ojala triunfen las recomendaciones a largo plazo que han elaborado para cambiar la UE, ya me gustaría que también se hiciera este estudio en el ámbito de los países para obtener la estúpida, por utópica, conclusión de que los países deberían desaparecer.

Me ha caído fantásticamente Lula al afirmar que la ONU tiene que cambiar si es que quiere gobernar y me pregunto si alguna vez ha tenido esa posibilidad y si algún día la tendrá.

Pablo Estefanía se pregunta porqué el gobierno y la oposición no se ponen de acuerdo en algo, educación, por ejemplo, o aparecen juntos en algo, como ha pasado en Portugal. Cada día se demuestra más claramente que tenemos los peores gobernantes de toda nuestra historia, no sé si superando, incluso, la era de dictadura.

Si todos estamos de acuerdo en que hay que bajar el déficit, se pregunta, porque no se ponen a hablar de ello. Creo que es fácil encontrar la explicación real: porque buscan votantes, aunque estén muertos. Sin embargo, creo que la explicación inteligente es mucho más elaborada. No se trata de bajar el déficit, se trata de ver qué queremos hacer con los dineros públicos, y se trata de ver cómo podemos obtenerlo más barato. Ninguno de los dos gobernantes tiene ni idea de cómo se hace este trabajo, que en una empresa privada es sinónimo de supervivencia, porque vienen de un partido político y no tienen ninguna experiencia. Algo que los “inversores internacionales” ya saben, frotándose las manos con el episodio griego.

Elvira Lindo añora a esos políticos de verdad, socialistas, que supieron qué hacer, que se han olvidado o han sido depurados por nuestro actual presidente, supongo que para que no le hicieran sombra. Ojala volvieran para ayudar; necesitamos gente eficaz, buena, a todos los mejores, con experiencia.

José Luis Rodríguez Zapatero pidió a los jóvenes en la misma noche que ganó por primera vez, que le avisaran si les fallaba. Entonces el talante era un bien escaso en contraposición con la bronca en la que Aznar había convertido su último reinado. El talante se ha convertido en una excusa para la inacción, para el no ejercicio de responsabilidades. El actual presidente del gobierno de España nos ha fallado a todos, no solo a los jóvenes.

Lo único que le salva es que la hipotética alternativa, aunque yo no le vote, volveré a votar en blanco, ¡pásalo!, prefiera votantes muertos, mientras le voten, que salvados. Algunos entendemos que eso es despreciable.

Y lo mejor, el artículo de Juan Cruz, a quien cada día me apetece más conocer, explicando la "coletilla" que los dos ineptos gobernantes que tenemos aplican por igual: “como no podía ser de otra forma”.