sábado, 22 de junio de 2013

¿Qué vamos a hacer sin ellos?


12 cubos, 6 imágenes. La rutina de por la mañana: elegir la imagen, hacer el puzzle lo más rápido posible. Incluso me acuerdo de una de las 6 imágenes: un conjunto de monos. Hoy arreglaremos la rocalla, hoy podaremos el manzano, hoy arreglaremos el nogal,… El equipo de música, un Vieta traído de contrabando de Andorra por su hermano, creo. Lo cuidadoso que se debía ser con las fundas de los LP’s, el orden de los discos; si lo hacía como él, podía tocarlos, un orgullo para mi.  
Cualquier proyecto venía acompañado de un plan, de una estructura, qué necesitamos, como lo haremos,… ¡Si me das un dólar te dejo pintar la cerca!, escribió Mark Twain. Había que hacerlo bien, siempre un plan detrás; no era un deber hacerlo, cualquier cosa tenía que ser un placer. 
Cualquier ser humano es capaz de hacer cualquier cosa, a todos los niveles, en todas las cosas. Nada de dogmas, todo por construir. De esta forma nada se podía resistir. Esa generación, y no la nuestra, ha cambiado nuestro país.

La vida da muchas vueltas, dice el tópico y perdí el contacto. Ingeniero técnico industrial, trabajando en una fábrica. La fábrica cerró, su primer matrimonio no funcionó, tal vez debido a que ella también era de su misma generación. Muchos años después me lo encontré trabajando muy lejos del altar en donde yo lo ponía. Supongo que muchos de esa generación siguen ahí, cambiando el mundo o intentando vivir en él. Supongo que siguen con nosotros o como el primo Luis, la naturaleza se los lleva con una cosa tan normal, tan vieja y tan distante de su generación como un cáncer.
Mi madre me lo ha dicho esta mañana y a duras penas mi madurez ha evitado las lágrimas, ¿Qué vamos a hacer sin el primo Luis?