La añoranza es un caballero con armadura que te hace más difícil disfrutar de la vida.
La añoranza te hace ser "bien nacido", es decir agradecer a tu vida pasada quien eres y porqué.
La añoranza se dispara por los sentidos, colores, olores, sabores, ruidos y, a veces, por el tacto, aunque este tenga menos memoria.
Con la añoranza sumas lo que eres a lo que fuiste.
A la añoranza se la combate con mi frase favorita, que tú ya conoces: "hagas lo que hagas, ¡ámalo!".
Estoy seguro que a ti la añoranza te aporta, tú eres el caballero de la armadura orgulloso de llevarla.
Me siento orgulloso de ti con añoranza y sin añoranza…
¡Aunque te añoro!
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