viernes, 24 de marzo de 2017

Lo público (Desafío Mundial)

El siglo pasado (XIX) nos ha dejado un debate pendiente: ¿que es mejor? lo publico o lo privado. El debate sigue activo y se ha convertido en una especie de mantra que defienden todos los partidos políticos del mundo. Los de izquierdas: lo público; los de derechas: lo privado.

En todos los países que conozco algunos políticos aceptan dinero a cambio de conceder una obra pública a una empresa, en lugar de dársela a la empresa más barata o a la más buena o a la más rápida. Esto es intrínsecamente malo y sus efectos se conocen en todo el mundo: corrupción.

Yo voy a romper una lanza a favor de los políticos. No me creo que tantos se metan a robar. Estoy seguro de que la culpa de la corrupción no es del todo suya. La causa de la corrupción y uno de nuestros problemas más grandes es que lo público siempre cuesta diez veces más de hacer: "...yo comparto una parte de este sobre coste si tú me das más obras...". Esta afirmación es fácil y no parece un delito.

El ser humano es ambicioso por definición, y esta característica es una de las que todos los head hunters se pondrían de acuerdo en que es positiva. 

Antes, el que se metía en política era porque quería, o por la casualidad, tal vez, hacía que nuestros políticos fueran los mejores, como pretendíamos. Hoy en día debe ser difícil ser un buen político, y evitar los beneficios que genera el sobre coste de las obras públicas, y redirigirlos a su bolsillo o al de su partido político. 

Tenemos que cambiar esto: "si algo cuesta x, será x si es privado o 10 * x si es público". Debemos equilibrar ambos costes, lo público tal vez puede resultar algo más caro pero solo por efecto del control adicional necesario y porque lo público debe estar bien por definición, porque le sirve a todo el mundo, cueste lo que cueste. Y ese sobre coste por ser público no debe ser una bola de nieve: cada vez más grande.


¿Tal vez algún control público sobre las empresas que ejecutan obra pública?

martes, 21 de marzo de 2017

El desafío mundial

Más de una vez he pensado y escrito que nuestros hijos no se merecen el mundo que les dejamos, porque no han hecho nada por ganárselo, y porque les dejamos un problema muy considerable.

El mundo tiene varios problemas graves que a menudo se confunden porque están de moda las soluciones fáciles, las “recetas”. En el pasado, situaciones tan complicadas como la actual solamente se han resuelto con una guerra. Si encontramos de nuevo nuestra experiencia como seres humanos, las guerras generan un gran sufrimiento y solamente conducen a una situación nuevamente temporal de la que debemos huir.

En los años 80, cuando yo empezaba a trabajar, leí un libro con el mismo título que este artículo de JJSS (Jean Jacques Serban Schreiber) que se hizo muy famoso. Leerlo generaba una sensación de cierto agobio acerca de lo que nos iba a pasar cuando los robots nos quitaran nuestro trabajo. Los robots han tomado protagonismo en la fabricación, pero no nos han quitado nuestro trabajo.

Han pasado otras cosas impredecibles como Internet, que si lo han hecho. Ha permitido globalizar todos nuestros actos. Ahora nos enfrentamos probablemente al desafío más importante al que la humanidad ha tenido.

Creo que tenemos varios problemas:

1.El mercantilismo. Todas las decisiones se toman en base al dinero que generan.
2.El cambio climático. A pesar de que algunos no lo creen, estamos destrozando nuestro planeta. Las ciudades responden a un concepto que es necesario modificar.
3. Lo público. Lo público es diez veces más caro que lo privado, y eso genera corrupción. La  culpa es de los políticos corruptos que se han aprovechado de esa diferencia de costes, pero también de quien ha convertido en verdad esta afirmación.
4. Internet nos ha quitado nuestro trabajo. Un cambio de mucha importancia desmonta el edificio pasado de trabajadores sindicatos y empresarios. El trabajo es un recurso insuficiente más, algo ha cambiado.
5. La juventud. Mucho más preparados que nosotros, pero fuera de los ámbitos de decisión de nada.
6. El populismo. Ya nos hemos olvidado que problemas complejos tienen soluciones complejas, no recetas fáciles.
7. El regionalismo. La vara esa que me explicaban en el colegio que cambia 180 grados cada cierto tiempo ahora está empezando a girar, “todos” y “nosotros” no deberían ser conceptos antagónicos, “todos” es mejor, sobre todo ahora.
8. La globalización. La globalización ha hecho que la tecnología nos llegue a todos.
9. La redefinición de la CEE. Aunque ese problema solo afecta a unos pocos millones de habitantes de nuestro planeta, tenemos que cambiar el rumbo, es necesario seguir legislando y transponiendo leyes, tal vez los grandes objetivos nos queden muy grandes todavía (“todos” no es un concepto comprensible todavía).


No existen soluciones fáciles, e incluso creo que si intentamos resolver todos nuestros problemas a la vez no seremos capaces.