Más de una
vez he pensado y escrito que nuestros hijos no se merecen el mundo que les
dejamos, porque no han hecho nada por ganárselo, y porque les dejamos un
problema muy considerable.
El mundo
tiene varios problemas graves que a menudo se confunden porque están de moda
las soluciones fáciles, las “recetas”. En el pasado, situaciones tan
complicadas como la actual solamente se han resuelto con una guerra. Si
encontramos de nuevo nuestra experiencia como seres humanos, las guerras generan
un gran sufrimiento y solamente conducen a una situación nuevamente temporal de
la que debemos huir.
En los
años 80, cuando yo empezaba a trabajar, leí un libro con el mismo título que
este artículo de JJSS (Jean Jacques Serban Schreiber) que se hizo muy famoso.
Leerlo generaba una sensación de cierto agobio acerca de lo que nos iba a pasar
cuando los robots nos quitaran nuestro trabajo. Los robots han tomado
protagonismo en la fabricación, pero no nos han quitado nuestro trabajo.
Han pasado
otras cosas impredecibles como Internet, que si lo han hecho. Ha permitido globalizar
todos nuestros actos. Ahora nos enfrentamos probablemente al desafío más
importante al que la humanidad ha tenido.
Creo que
tenemos varios problemas:
1.El mercantilismo. Todas las decisiones se toman en base al dinero que generan.
2.El cambio climático. A pesar de que algunos no lo
creen, estamos destrozando nuestro planeta. Las ciudades responden a un
concepto que es necesario modificar.
3. Lo público.
Lo público es diez veces más caro que lo privado, y eso genera corrupción.
La culpa es de los políticos corruptos que
se han aprovechado de esa diferencia de costes, pero también de quien ha
convertido en verdad esta afirmación.
4. Internet nos ha quitado nuestro trabajo. Un cambio de mucha importancia
desmonta el edificio pasado de trabajadores sindicatos y empresarios. El
trabajo es un recurso insuficiente más, algo ha cambiado.
5. La juventud. Mucho más preparados que nosotros, pero fuera de los ámbitos de
decisión de nada.
6. El populismo. Ya nos hemos olvidado que problemas complejos tienen soluciones
complejas, no recetas fáciles.
7. El regionalismo. La vara esa que me explicaban en el colegio que cambia 180 grados
cada cierto tiempo ahora está empezando a girar, “todos” y “nosotros” no
deberían ser conceptos antagónicos, “todos” es mejor, sobre todo ahora.
8. La globalización. La globalización ha hecho que la tecnología nos llegue a todos.
9. La redefinición de la CEE. Aunque ese problema solo afecta
a unos pocos millones de habitantes de nuestro planeta, tenemos que cambiar el
rumbo, es necesario seguir legislando y transponiendo leyes, tal vez los
grandes objetivos nos queden muy grandes todavía (“todos” no es un concepto
comprensible todavía).
No existen
soluciones fáciles, e incluso creo que si intentamos resolver todos nuestros
problemas a la vez no seremos capaces.
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