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domingo, 11 de julio de 2010

Optimismo

El fútbol puede ser el “opio del pueblo”. Si mañana la selección española gana o no el mundial, no tendrá efectos sobre la vida diaria. Pero sí refleja la situación de nuestro país. El fútbol se puede jugar con una pelota de trapo y con dos porterías hechas de ropa, en cualquier sitio. Eso hace que no sea del todo necesaria la evolución de un país para que su equipo sea bueno. Pero no olvidemos que el progreso trae eso, más gente que no se preocupa de las cosas necesarias y más gente que se preocupa de las cosas accesorias.

Nuestros deportistas llevan nuestro orgullo como poseedores de características especiales, o de nuestro peso en el mundo. Rafael Nadal gana Wimbledon; cuando escribo esto ya estamos en la final del mundial de fútbol; Pau Gasol gana un anillo en la NBA (dos veces); Fernando Alonso ha sido campeón del mundo de formula 1; nuestros moteros dominan,…

Pero también. El segundo banco del mundo es español (Santander). La segunda empresa de construcción del mundo (ACS) es española, también la tercera de comunicaciones (Telefónica), somos el séptimo u octavo PIB del planeta, y ya es hora de que levantemos la cabeza y que demostremos que nuestro sistema financiero es el mejor del mundo, a pesar de nuestros políticos.

Y también que algunos de nuestros antepasados fueron capaces de encontrar América, y de escribir y de pintar y de ser geniales.

Si somos capaces de desarrollar una sociedad que permite generar los mejores deportistas, las mejores empresas, porqué no podemos participar o incluso liderar, el cambio en el mundo que permita tomar las decisiones políticas a un nivel más elevado que los países, dejando las señas de identidad de la “tribu” a los deportes y al talento individual y de equipo.

Porqué no podemos ser, al menos, tan optimistas como lo hemos sido siempre.

lunes, 17 de mayo de 2010

La economía y el fútbol



Obviamente, como en cualquier otro deporte, la suerte tiene su importancia en el futbol. Sin embargo, en general, la cantidad de dinero invertido es proporcional a la posibilidad de ganar partidos.
En los “juegos de play station”, relativos al futbol, tú eres un entrenador y tienes determinado capital para fichar jugadores. De tu pericia para fichar a los mejores, y de determinadas dosis aleatoriedad en los resultados, ganas más partidos, más torneos y más dinero que, a su vez, inviertes en nuevos fichajes.
Un presidente de un club de fútbol tal vez pueda arriesgar algo más del dinero que tiene (los bancos se lo dejarán), apuntándose al carro de lo que en economía se llama déficit. Esto puede hacerlo para generar más entusiasmo en sus seguidores, que se traduce después en dinero.
Una de las formas de fichar es buscar dinero de fuera del propio negocio. En ese caso el valor de todos los jugadores del mercado, para todos los equipos, se encarece artificialmente (inflación), lo cual incrementa el riesgo del negocio, pues ahora costará más mejorar cualquier equipo. Esto impedirá que los clubes más pobres puedan fichar a los buenos jugadores.
La economía actual y el fútbol tienen una gran diferencia, todavía. En la economía real tenemos los especuladores. Los pequeños se llaman bancos, los medianos bancos de inversión, y sus cómplices las agencias de rating.

Todavía no están el fútbol pero…
Imaginemos que existen. Por poner nombres, mencionemos al mejor club de la historia. Un amigo mío se entera de que el Real Madrid va a comprar a Cristiano Ronaldo. En un garito, el valor del Real Madrid está en función de las apuestas que alguien hace acerca de los torneos que va a ganar. Mi amigo compra realmadrides, apuesta (invierte) antes de que se haga el fichaje. El valor tiene muy poco que ver con lo que el Real Madrid ganó el año pasado, el dinero que genera,... la realidad.
Cuando ficha a Cristiano Ronaldo, mi amigo es feliz, el papel que le han dado como prueba de su apuesta vale el doble de lo que pagó.
En el garito el realmadrid es algo que se puede comprar y vender, pero también se puede dar como garantía de un edificio, o como aval para que te dejen dinero para construirlo.
Algunos de los habitantes del garito, que conocen bien el negocio, llaman a sus amigos los periodistas y les cuentan rumores, “Tal equipo va a fichar a…” , o “está en problemas de dinero y va a vender a…”, entonces en el garito, que no tiene conexión con la realidad, esos rumores harán cambiar los valores, independientemente de si son verdad o no.
Imaginemos además que, para hacer fichajes, el Real Madrid emite papeles de deuda que lleva al garito, que a cambio, le da un papel con el dinero de mi amigo.
El dinero del fútbol cada año se incrementa en un 10%, el negocio pinta bien. Sin embargo el garito crece a un ritmo del 60% cada año, pinta mejor.
En el garito todos están felices porque gracias al dinero de mi amigo, cada día ganan más dinero, comprando y vendiendo apuestas.
Por supuesto las agencias de calificación bajan o suben su apreciación del realmadrid de triple Z a triple Z – exis, en función de cosas tan difíciles como el dinero que debe o el lugar que ocupa en la tabla.
Ahora imaginemos que la suerte influye y, a pesar de que Cristiano Ronaldo es uno de los valores más seguros del mundo, el Real Madrid no gana la liga, por lo que la capacidad del Real Madrid para generar dinero es menor. En el garito, el realmadrid, entra en colapso y el único que pierde dinero es mi amigo.

El mundo del fútbol y el del garito no están conectados, por suerte. En la economía real sí están conectados y esa ha sido la causa el terremoto que hemos sufrido, generado por los especuladores.
La lástima es que a pesar del terremoto que ha sufrido el garito nadie se ha parado a fijar reglas estrictas, para separarlo lo más posible de la realidad. 

¡Ah! Y cómo cosa particular en el fútbol, a alguien se le puede olvidar lo que significa trabajar todos los días, hacer un equipo, poco a poco, y que se pueda obtener algo más que rendimiento del dinero, el trabajo bien hecho que solo rinde con esfuerzo (crisis moral).

Sí, eso se nos ha olvidado en la economía de hoy.

domingo, 3 de mayo de 2009

Quien mejor lo hace, gana.

Hablar de Fútbol en España es como hablar de política, es decir, da igual como lo haga el equipo del que uno es 'fan'. Lo único que pasa cuando el equipo lo hace mal es que va menos al estadio, siente menos interés en ver los partidos por la tele,... Jamás va a cambiar de equipo, como en política.

Decir que uno es del Barça o del Madrid, inmediatamente le hace acreedor de ser odiado por el que no es de su equipo,... como en política.

La lección del partido del sábado, famoso derbi, el partido esperado, este año más que nunca, si uno se sienta delante de la televisión para ver un gran espectáculo, es que el espectáculo se produjo, y no fue por demérito para nadie.

Se había hablado mucho, antes de este partido. El Barça durante todo el año, jugando fútbol, dando espectáculo y ganando casi siempre. El Madrid, no dando espectáculo, demostrando coraje, y ganando casi siempre. La alternativa era que el Barça se cayera que, a pesar del fútbol que regala, se cayera con todo el equipo, frente al coraje, a los resultados. La alternativa era darle la razón a aquel que la sigue la consigue, o dársela a aquel que hace bien su trabajo y obtiene el éxito.

Ojalá que esta vida tan dura que tenemos, en cualquier ámbito, siempre fuera verdad que cuando lo haces bien, las cosas siempre salen: quien mejor lo hace, gana.

Pedro Puig