Una de sus diversiones era la de jugar con algunas cosas importantes para ver qué pasaba. Podían, por ejemplo, entrar en la mente de almas fáciles como las de los niños y convencerlos de cosas como, por ejemplo, la de que futuro les pertenecía. Después (el tiempo no era importante para ellos) les vieron con el brazo derecho en alto, los dedos juntos y la palma boca abajo.
Las carcajadas se oían desde fuera de la habitación. Parecía que se estaban divirtiendo al ver el resultado.