Hace muchos años que estamos en crisis, tantos que
ya casi se nos han olvidado los motivos, o ni siquiera recordamos haberlos
entendido.
Algo que los sobrevivientes han aprendido, aunque solamente les
sirva para transmitírselo a sus hijos, es que algunas cosas que durante un
tiempo consideramos un derecho, algo que teníamos sin hacer nada para merecerlo,
vuelven a ser algo que hay que luchar para conseguir.
Los que ahora nos quejamos de la crisis, tenemos una casa que
nuestros padres nunca consiguieron. Tenemos un país en el que es una delicia vivir, que
tiene cosas que hace 30 años eran impensables. Cierto es que los
que antes tenían un trabajo asegurado, ahora descubren que es necesario
arrebatarselo a otro o luchar por él; los que todavía
lo tienen saben que pueden perderlo y eso será a pesar del esfuerzo que hagan, y
debido a causas que jamás podrán entender, ni compartir.
Durante un tiempo nos olvidamos de esto, porque todo era fácil,
y nadábamos
en la abundancia. El entusiasmo y la motivación son cosas que los seres humanos
llevamos dentro, son intransferibles y también nuestro mérito. Cuando uno
encuentra un buen profesional y/o una buena persona una de sus características
es que casi siempre la encuentra positiva. Independientemente de sí
el día
amanece soleado y su mujer o su jefe le han sonreído o las pesadillas de la noche
solitaria han sembrado de tinieblas su cabeza, o que su jefe se preocupe por
cosas tan alejadas de sus problemas como que trabaje de forma eficiente para
cobrar su sueldo al final de mes.
Si, en los tiempos que corren la motivación
o la ilusión de hacer bien tu trabajo parecen un lujo y en verdad lo
son. Eso distingue a los buenos, a los que van a sobrevivir en esta fase en la
que lo personal y lo humano es más importante que lo general.
Tenemos que recuperar nuestra ilusión, esto es lo
primero, y una vez encontremos que esta está en nuestro interior, y no depende de
nuestro entorno, entonces estaremos en la línea de salida y el mundo volverá
a poder ser conquistado por nosotros, con capacidad y con mérito.