Ayer hablé con mi madre y no había recibido ninguna carta del estado español diciéndole que a partir de la pasada semana la República Catalana se hará cargo de su pensión. Tampoco ha recibido ninguna carta de la República catalana diciendo que asume su pago.
Empresas a las que he preguntado tampoco han recibido instrucciones para tributar, ni una carta del gobierno español diciendo que ya no tiene que pagar impuestos ni en qué forma se garantizará que los tributos se paguen a alguien. De hecho la República Catalana gestiona los impuestos especiales, pero no he leído que tenga un departamento/ministerio de Hacienda.
El otro día me fui a Barcelona en AVE. En Sants no había ningún control de pasaportes como pasa cuando sales de la UE.
Pagué un café en euros, no conozco la moneda catalana si la hay ni sé que exista el banco central de la República Catalana. Una de las cosas que cualquier autoridad debe hacer es garantizar el metálico que haya en el país, lo que se conoce como “corralito”, pero no hay instrucciones en ningún sentido.
Seguro que se me olvidan muchas cosas, pero la conclusión es que no existe la República Catalana y que Cataluña sigue siendo España. Parafraseando al número dos de Junqueras: “...cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que no estamos preparados...”.
Y eso si a España le ha dado un ataque de locura (referendum que pacta y pierde) y se ha olvidado a muchos millones de los habitantes de Cataluña y acepta negociar económicamente activos y pasivos que traspasa, a perder el 20% de su PIB, a perder una parte de su territorio y a perder 7,5 millones de habitantes. Recomienda a la ONU que reconozca la República Catalana, convenciendo a Francia y a todos su socios de la UE que inicien los trámites para que la República Catalana ingrese.
La situación real es que el gobierno español, después de contrastar que los responsables de la autonomía incumplían las leyes y el deterioro de la situación económica (hoy son casi 2.000 empresas las que se han ido de la autonomía), aplica un artículo de la Constitución española (ley vigente en toda España) disuelve el parlamento y convoca elecciones.
...
Una parte del ex gobierno de la Generalitat está en la cárcel. La mesa del parlamento está imputada. El ex presidente está fuera de España. Esto es irrelevante, la justicia es independiente, no corrupta y, además, sobre protege los derechos de los acusados. Por otra parte estas personas ya conocían las consecuencias que tenía saltarse la ley antes de saltársela. La justicia (jueces y abogados) resolverán lo que sea. Los Jordis y el ex-gobierno son personas normales solamente, no representan nada.
Personalmente, estoy convencido que los dirigentes de ANC y OMNIUM han sido culpables de destrozar la sociedad catalana. Estoy convencido de que la mesa es culpable porque los letrados de la cámara les avisaron. Estoy convencido que el comportamiento del ex gobierno los días 6-9 y 7-9 fue ilegal, que su actuación el 1-O también lo fue, y que esto, además, nos ha costado dinero. Pero mi opinión carece de importancia.