Es de noche y el edificio a o lejos se ha convertido en multitud de peceras, algunas iluminadas y otras no, ¿estará alguien trabajando? Un anuncio concentra mis miradas. Si levanto la vista y miro a través de los árboles del parque, puedo ver muchos más anuncios. Hay algunos cuyas letras no significan nada para mi. Todos tienen en común sus diferentes colores vivos. Otro anuncio, este iluminado por seis focos, adorna o tapa la pared de un edificio entero y me hace pensar que debo cambiar de teléfono movil.
Las farolas del parque han relevado a la luna de iluminar la noche, no la veo en ningún lugar. Estará menguante o tapada por los árboles, o simplemente se haya retirado para dejarme ver los anuncios. Los ladridos de los perros y las voces de sus amos alteran la calma que el aire frío trae al parque, completan el sonido de los coches de fondo y animan el banco en donde estoy sentado.
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